Bodegas Gerardo Méndez

NUESTRAS RAICES

Bodega con profundas raíces (La Casa Grande tiene documentadas fincas dedicadas a viñedos en 1790), cautelosamente modernizada, lo justo para que, sin perder la identidad, el albariño llegue a nuestros paladares con todas sus virtudes. En esta finca y bodega prima la cultura popular, atesorada por tres generaciones que actualmente representa Gerardo Méndez Lázaro, un vitivinicultor de este tiempo, respetuoso con el legado recibido, comprometido con los parámetros de calidad que exige el degustador de hoy. A día de hoy continúan esta labor sus hijos Encarna y Manuel Méndez con la misma filosofía de trabajo y estudios en profundidad sobre cómo afecta el terruño a nuestra variedad reina.

La finca familiar mira en la lejanía al mar de Arousa y aún a la boca de la ría de Pontevedra. En pleno corazón del Salnés, al pie de A Armenteira y su cenobio, la casa solariega acoge vivienda y bodega.

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Porque la calidad se gesta en las viñas. Cuidando la planta y el fruto para evitar tratamientos, vigilando el grado óptimo en el momento de la vendimia. Y se consolida durante la elaboración. Apostando por la maceración, como siempre y en función de las características observadas cada año, para aprovechar toda la autenticidad del Albariño cuidadosamente seleccionado.

Por eso en las botellas de esta bodega de predio, además de la calidad especialmente controlada en la vendimia, pasando por el despalillado hasta hasta el trabajo de las lías finas, predomina el gusto, la personalidad, el resultado de la mano experta del hombre, atenta y discerniente según el fruto de cada finca, cuyos frutos fermentan por separado, sin más ingerencias que el control de la temperatura.

Manuel Méndez

ENÓLOGO
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